Esto vino a ser el comienzo de una larga espera de la corona para dar las órdenes de proceder a fundar esos pueblos; y es después de setenta y nueve años del informe de Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Párraga y de treinta y seis años de la muerte del cacique lacustre, cuando Don Martín de Saavedra y Guzmán concibió la necesidad de fortificar la barra, y el 10 de abril de 1643 remitió al rey "tres plantas de fortificaciones". El rey por Real Cédula del 17 de junio de 1643, encargó el proyecto de fortificación a gobernadores y capitanes generales de Mérida y Venezuela quienes ordenan al Capitán Diego Espina apoderarse de Toú.
Al llegar el Capitán Diego Espina a Toú procedió inmediatamente a construir en el sitio de Carrizal una ranchería de palafitos. Los indios de las encomiendas de la región insular fueron agrupándose junto a la ranchería donde establecieron sus rústicas viviendas de enea, palma y madera de mangle.
La ranchería de palafitos edificada por Diego Espina puede y debe considerarse como el acto de fundación de la isla.
La fundación de la Isla de Toas va a constituir un suceso trascendental e imprescindible para la Corona española, porque va a configurar para la historia como la primera fuente mineral explotada en territorio zuliano y le va a dar vida y seguridad a las poblaciones
Con la explotación de las minas de caliza no se produjo ningún desarrollo industrial ni de construcción urbana en las islas, tan solo se explotaban los cerros y la madera de mangle para llevárselos, bien sea en forma natural o en forma de cal a otros lugares para ser utilizados en la fabricación de fortalezas, templos, hospicios, calles, y casas más resistentes a los pobladores de las villas lacustre, Coro, Mérida, Trujillo y otras ciudades y pueblos. Esto queda demostrada en las obras coloniales localizadas en Maracaibo y pueblos y por documentos dejados por mandatarios de la época; pero si hacemos un recorrido por la isla de Toas, sólo vemos ruinas de caleras, ruinas que sirven de ejemplo a mbiente de esta devastada isla. No se observa en toda la geografía de esta isla ninguna obra colonial de importancia histórica.la destrucción del medio a
Desde ese largo y angustiado período de calvario han pasado trescientos cincuenta y siete años explotando los cerros de la Isla de Toas y todavía luce esbelta y tranquila durmiendo como un dromedario con muchas gibas en las aguas del Lago, pero con sed y hambre como están sus habitantes. Pero sí, se ve dispersa en otras ciudades y pueblos representada en hermosos y altos edificios, anchas y buenas calles y plazas, paseos, parques, quintas lujosas y centenares de hombres y mujeres ricachones, gozando de grandes opulencias y comodidades producto de las gibas de este indefenso herbívoro. Así son las cosas del pasado y las de hoy.
QUE BIEN ESTA MUY LINDO
ResponderEliminarMUY INTERESANTE!!
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